Desde la empresa de transporte marítimo, explican cómo ha afectado al sector la crisis del coronavirus
Que las empresas exportadoras e importadoras puedan cumplir con los contratos firmados con clientes y proveedores es una de las actividades económicas permitidas durante el estado de alarma, un proceso para el que el sector logístico debe funcionar a pleno rendimiento. «Además, la logística hace posible que los productos esenciales lleguen al consumidor final o a otras empresas que los necesitan para, a su vez, producir productos que el mercado demanda».
Así lo explica Óscar Calvo, director general de JCV Shipping, transitaria marítima instalada en la Plataforma Logística de Zaragoza, a quien la crisis generada por el coronavirus le está afectando desde principios de año. «En JCV estamos sufriendo desde principios de año, cuando China estableció su confinamiento, lo que se tradujo en una disminución del volumen de importaciones y en que las navieras cancelaran salidas que afectaron también las exportaciones desde España a Oriente Medio y Extremo Oriente», añade.
Esta circunstancia no solo ha afectado a esta empresa, sino a todo a todo el sector logístico en general: «Hubo un primer impacto de retraso en la recepción de mercancías de todas las importaciones procedentes de Extremo Oriente (China principalmente) y la mercancía destinada a exportación sufrió problemas de espacio en los buques (derivados de las cancelaciones por parte de las navieras), lo que conllevó retrasos en las salidas así como el incremento en los fletes marítimos hasta finales de marzo«, apunta, señalando también que a finales de este mes de abril esperan recuperar las caídas generadas durante la fase de hibernación y las vacaciones de Semana Santa.
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