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#EnLaBuenaDirección, con Javier Sánchez (AEDAS Homes)

En la Buena Dirección

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Este formato reúne a un directivo referente a nivel nacional con algunos CEO de empresas destacadas del Club Cámara

La industrialización en la construcción fue el tema principal de esta sesión del formato de ‘En la buena dirección’. El director de Innovación y Marca en AEDAS Homes, Javier Sánchez, explicó ante un panel de directivos de empresas del Club Cámara el camino hacia la innovación que ha recorrido su empresa desde 2018 y que les ha convertido en una promotora referente en el método moderno de construcción. El formato estuvo patrocinado una vez más por Digital Hand Made, representado en la sesión por su CEO, Sergio Losilla.

AEDAS Homes tiene ahora mismo 20 proyectos en marcha de unas 700 viviendas, la mayoría elaborados con modelos modernos en 3D y algunos en 2D (baños, fachadas o tabiques industrializados). «A nosotros nos gusta ver la innovación como una vacuna, y no como un virus, que es como la ven muchas veces en las empresas porque suele conllevar proyectos rompedores que modifican el funcionamiento habitual de la compañía».

El directivo explicó cómo han cambiado en los últimos años casi todos los sectores (comunicaciones, alojamiento, transporte, entretenimiento, comercio…) y, sin embargo, la construcción ha permanecido con procesos tradicionales. «Una casa de hoy es 99% hardware y 1% software, pero esto se equilibrará y las viviendas irán ganando valor». Para Sánchez, el paso de oficio artesanal a proceso industrial supondrá un cambio a una empleo de mayor cualificación, la minimización de gestión de residuos, la incorporación de la mujer al sector, la disminución de plazos (pasando de un sistema secuencial a otro simultáneo)…

«Con la industrialización de la construcción se consigue más eficiencia, más seguridad en las obras, más calidad, más competitividad en costes, recorte de plazos, más cuidado del medio ambiente y una industria más atractiva», señala Sánchez, que observó como retos inmediatos el aumentar la capacidad de producción, conseguir economías de escala para reducir plazos y precios, canalizar los fondos europeos de recuperación, sumar inversión privada y pública e incorporar a todos los eslabones de la cadena de valor de la edificación. «Pueden convivir los dos modelos de construcción, pero no se puede perder el tren de la industrialización del sector»

Los directivos asistentes se mostraron muy partidarios de este cambio. José Bailach, director de proyectos en Metro 7lo calificó como «un reto muy importante que aportaría mucho valor añadido». Juan Carlos Bandrés, director general de Grupo LOBE, es otro gran convencido de que «este sector tiene que industrializarse y dar un salto importante porque la situación es complicada» y abogó por el cambio de mentalidad.

Inmaculada Cugat, secretaria general de la Confederación de Empresas de la Construcción de Zaragoza, incidió en los perfiles profesionales necesarios para este cambio. «Las empresas pequeñitas deberían saber si con los equipos que tienen actualmente son capaces de industrializarse o tendrían que cambiar». Otro tema, en el que puso el foco José Manuel Grao, director de Innovación y Contract de Gres Aragón, fue cómo percibe el cliente estos nuevos modelos de construcción: «Es el que tiene que comprar y percibir las ventajas para decidirse por esto: mejores plazos, precios más competitivos, sensibilizarse con factores medioambientales…».

En Ingennus Urban Consulting son también grandes convencidos de la necesidad de la industrialización. De hecho, fueron los facilitadores de este encuentro a través del director de proyectos, Ferrán Calzada: «Nos hemos dado cuenta de que hay poco conocimiento. Habría que trabajar para que en la Universidad o la FP se introduzca este tema». Enrique Santi,  director de Desarrollo de Negocio en Ingennus comentó también la necesidad de un empuje desde la dirección de las empresas hacia la innovación.

René Sanz, director comercial de Grupo Itesal, describió la industrialización en la construcción como «la alternativa y el futuro» y consideró inprescindible «optimizar costes productivos para ofrecer calidades a precios que puedan pagarse», además de destacar otras ventajas como la posibilidad de «exportar viviendas como un bien, o de desmontar la vivienda tras su vida útil y reciclarla por partes».