Lausín y Vicente se convierte en el primer fabricante español, y el quinto en el mundo, en recibir este sello de calidad
Nacida en Zaragoza en 1973 de la mano de Luis Lausín y Domingo Vicente, Lausín y Vicente inició su trayectoria como fabricante de balones de fútbol. Con el transcurso del tiempo, la empresa evolucionó para satisfacer la creciente demanda de equipos deportivos en escuelas y otras instituciones, abarcando más disciplinas deportivas.
A lo largo de los años, Lausín y Vicente ampliaron su oferta, incorporando productos para la gimnasia educativa, como espalderas y bancos suecos, así como una amplia variedad de equipamiento, utilizando materiales innovadores como el aluminio.
En su búsqueda constante de crecimiento y progreso, Lausín y Vicente optaron por certificar sus productos de atletismo ante World Athletics, anteriormente conocida como IAAF.
Con motivo de la obtención del prestigioso certificado FIFA Quality para su portería de fútbol 11 profesional, Luis Miguel Vicente, gerente, y Manuel Ángel Vicente, socio de la empresa, nos cuentan más acerca de este hito y la situación actual de la empresa.
Lausín y Vicente y un certificado que pone en valor sus 50 años de historia
Las principales claves para conseguir este certificado, el cual ha llevado consigo un intenso año de trabajo para su obtención, han sido la calidad del propio producto y el alto valor del servicio proporcionado. Además del indispensable cumplimiento de la normativa.
La certificación de un organismo avalado por la FIFA permite expandir de lleno la presencia de Lausín y Vicente en los mercados internacionales.
Actualmente, la empresa zaragozana cuenta con un 55% de volumen de venta internacional, con presencia en países europeos, de oriente medio y sudamericanos. De hecho, es en esta última región donde se prevé un mayor crecimiento de la demanda a raíz de la obtención del certificado.
La propia exigencia de la certificación FIFA ha puesto el foco en cuestiones concretas como la resistencia de las redes de la portería, la adaptación de unas dimensiones determinadas y, en definitiva, el cumplimiento de todos los requisitos que demanda la organización.
Para Lausín y Vicente, la exportación de sus productos ha marcado históricamente hitos importantes para la empresa. Y es que, décadas atrás también sirvió de aprendizaje, «aprendimos a fabricar mejor de lo que pensábamos que lo hacíamos al conocer mercados como el alemán o el belga«, señala Manuel Ángel Vicente.
Ahora, la certificación va a permitir que Lausín y Vicente estén presentes en todos los estadios de fútbol profesional a nivel internacional, en categorías como la Primera y la Segunda División, entre otras.
