Entre estrés y productividad: el impacto de los riesgos psicosociales en el bienestar laboral
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"Hay que conseguir que empleados y empleadores disfrutemos de lo que estamos haciendo para que así se dispare la productividad"
La asistencia al puesto de trabajo se ha asociado casi de manera natural, internamente errónea, a cuestiones como el estrés y el descontento. Hoy en día, conseguir un buen clima laboral es clave para que empresa y empleados alcancen el máximo grado de productividad para obtener los objetivos comunes deseados.
En este ‘Canal Expositivo’ conocemos más acerca de la situación actual en materia de bienestar laboral de la mano de Mª Dolores Ruíz Jordan, fundadora y CEO de Jordan Asesores, Elvira Andreu, socióloga, formadora y responsable de planes de Igualdad en Jordan Asesores, y María Luisa Artigas, especialista en Enfermería del Trabajo y coordinadora de Formación nacional en Vigilancia de la Salud en MAS Prevención.
El bienestar laboral: un imperativo ético y legal
Los riesgos psicosociales son factores que afectan a la salud y están presentes tanto dentro como fuera de la organización de trabajo. Pero, ¿cómo se materializan? Pueden aparecer mediante diferentes formas: físicas, emocionales, cognitivas e incluso conductuales. Afectando, de esta manera, hasta el punto de causar enfermedades y repercutiendo no sólo en quien lo padece, sino en su entorno.
Estos riesgos en el ámbito laboral son cada vez más importantes en nuestra sociedad debido al impacto directo en la salud mental y el bienestar de los trabajadores que conforman las organizaciones.
Las dinámicas actuales del trabajo, donde la presión y la urgencia constantes son habituales, y un entorno empresarial altamente competitivo, han aumentado la incidencia de los factores psicosociales negativos sobre las personas.
Y es que, no sólo afectan el bienestar individual. Cuando esto se traslada a la organización, puede deteriorar el clima laboral, incrementar las tasas de ausentismo y reducir la moral de los empleados, entre otros efectos negativos.
Además, la atención a la salud mental en el espacio laboral se ha convertido en una demanda ética pero también legal. En este sentido, ha aumentado el reconocimiento de la responsabilidad de los empleadores en la creación de entornos que fomenten las buenas prácticas y un ambiente sano para todos los que conforman las compañías.
La gestión de los riesgos psicosociales en la empresa implica ir más allá del simple remedio de actuación cuando aparecen estos efectos negativos. Las medidas preventivas, en muchos casos de carácter intrínseco a la organización, han de fomentar cuestiones como el equilibrio entre la vida laboral y la personal, además de dotar de herramientas a las personas para una correcta gestión de las situaciones en su día a día.
Todo esto se integra dentro de la cultura organizacional de cada compañía: ha de ser un elemento nativo de las mismas. A su vez, estas cuestiones se enmarcan en un contexto global donde el tejido empresarial se ha alineado con una sostenibilidad social de amplio alcance, que hace referencia tanto a sus grupos de interés externos como a los internos.
