Un desayuno internacional analizó la situación geopolítica global y su impacto en el mercado de EEUU, así como las estrategias de internacionalización para las empresas aragonesas con interés en este mercado
La transformación del orden global, el ascenso de China y la incertidumbre en la política económica de Trump marcaron el debate en un desayuno internacional, donde Lucía Bonet, analista de Riesgo país de la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (CESCE), analizó el impacto de estos factores en las estrategias empresariales para el mercado estadounidense.
Estados Unidos es un mercado relevante para el sector exportador aragonés, no tanto por unas elevadas cifras, pero sí que cuenta con empresas implicadas en el mercado, así que las empresas asistentes plantearon sus dudas y manifestaron sus inquietudes. Bonet comenzó hablando sobre la radical transformación del panorama geopolítico en los últimos diez años, marcando el fin del orden global surgido tras la Guerra Fría, e identificó dos motores principales de este cambio.
Por un lado, el ascenso de China, presentado no como una anomalía, sino como el retorno a su histórica posición de importancia económica global. Este ascenso económico ha ido acompañado de una consolidación del poder político bajo Xi Jinping y China se ha convertido en el principal socio comercial a nivel mundial, con un control significativo sobre sectores clave como las tierras raras. Por otro lado, «la implosión social de Occidente», manifestada en la elección de Donald Trump. «Identificamos la elección de Donald Trump, sobre todo en esta segunda etapa, como el agotamiento definitivo de la población en Occidente. Es decir, a la población se le ha acabado la paciencia porque el sistema global que estaba instaurado hasta ahora no le está e dando los resultados que esperaba«, explicó Bonet, que añadió que Estados Unidos ha pasado de ser promotor del multilateralismo a priorizar sus intereses nacionales de forma coercitiva y transaccional.
Se analizó la «Maganomics» de Trump, basada en siete pilares: desregulación, proteccionismo, rebaja de impuestos, recorte de la administración, deportaciones masivas, abaratamiento del dólar y aumento de la producción de hidrocarburos. Se señaló la falta de lógica económica tradicional en algunas de estas medidas y la incertidumbre sobre sus resultados. En cuanto a la política fiscal, Bonet destacó la elevada deuda de Estados Unidos y la necesidad de un recorte del gasto, aunque las medidas adoptadas hasta el momento apuntan a una política fiscal expansiva. Respecto a la política migratoria, mencionó la promesa de deportaciones masivas y su potencial impacto económico negativo en sectores como la agricultura y la hostelería. También señaló la dificultad de cumplir las promesas de bajar precios en políticas energéticas, llenando reservas y exportando simultáneamente.
Para Bonet, la política comercial de Trump es «caótica e incierta, con aranceles vigentes del 20% a importaciones chinas, 25% a importaciones de Canadá y México no amparadas por el TEMEC, y 25% a importaciones de acero y aluminio del resto del mundo». Reconoció la dificultad de seguir la evolución de los aranceles debido a anuncios no formalizados y cambios frecuentes, y pronosticó que los sectores con superávit comercial hacia Estados Unidos, como el agroalimentario y el automovilístico europeo, son más susceptibles a recibir aranceles.
Pasando al ámbito geopolítico, Bonet señaló que la confrontación entre Estados Unidos y China discurre por los canales tecnológico, comercial (con posibles aumentos arancelarios), de defensa (rearme y ejercicios militares) y diplomático (con énfasis en el «minimultilateralismo»). En Oriente Medio, consideró que la presencia de Estados Unidos a través de sus aliados (Arabia Saudí e Israel) podría llevar a la reanudación de conflictos.
En cuanto a Ucrania, «sí me parece interesante lo que ha hecho Trump de forzar a sentarse a la mesa de negociaciones», aunque reconoció la incertidumbre sobre el cumplimiento de los acuerdos por parte de Rusia. En cuanto a Taiwán, destacó su importancia estratégica por la fábrica TSMC, y mencionó cómo las presiones de Estados Unidos han llevado a esta empresa a invertir en suelo estadounidense.
Sobre las perspectivas económicas, Bonet indicó que no hay datos que reflejen aún el impacto total de las políticas de Trump. «Las previsiones de crecimiento global se han revisado a la baja, y un aumento de aranceles podría empeorar la situación«. Analizó las dificultades económicas de China (crisis inmobiliaria, agotamiento de modelos de crecimiento) y de Europa (estancamiento de Alemania, problemas de competitividad y financiación para la transición energética y tecnológica) y, finalmente, abordó las implicaciones para las empresas internacionales, destacando el aumento de la incertidumbre, el riesgo de conflictos y la fragmentación del comercio. También señaló un cambio en las prioridades de las relaciones comerciales, donde «la seguridad económica está primando sobre la eficiencia».
En resumen, en un contexto de incertidumbre creciente y fragmentación del comercio global, las empresas aragonesas con interés en el mercado estadounidense deberán adaptarse a un entorno cada vez más volátil. La seguridad económica se impone sobre la eficiencia, y comprender las dinámicas geopolíticas será clave para diseñar estrategias de internacionalización sostenibles.