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José Ignacio Alfaro: «En el Banco de Alimentos repartimos una media de 16 toneladas diarias»

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El presidente del Banco de Alimentos de Zaragoza protagonizó una Mesa Abierta para hablar sobre su labor y la campaña que han puesto en marcha para ayudar a la infancia y en la que participa Cámara Zaragoza

Distribuyen alimentos a entidades de toda la provincia, atienden a algo más de 22.000 personas (durante la pandemia llegaron a 26.000), reparten una media de 16 toneladas de alimentos diarias… La labor del Banco de Alimentos de Zaragoza es inmensa y su presidente, José Ignacio Alfaro, contó como funcionan y se organizan durante una Mesa Abierta.

Alfaro trabajó durante 40 años en la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza y, cuando se prejubiló, una amiga de la familia le ofreció entrar en el Banco de Alimentos, hace justo 10 años. «Llevaba dos meses jubilado y empecé a trabajar en el Fondo de Ayuda a los más Desfavorecidos. Enseguida me nombraron vicepresidente del patronato y al poco tiempo el presidente se fue, así que el 3 de diciembre de 2013 entré como presidente y ahí sigo».

El Banco de Alimentos es una fundación apolítica y aconfesional, pero tienen una estructura similar a la de una empresa, aunque integrada por voluntarios. Los bancos de alimentos se crearon en 1967 en Arizona (EEUU). «Un señor se dio cuenta de que se tiraba mucho en los comedores y empezó a recoger los productos que se iban a tirar, latas abolladas, productos que iban a caducar, etc. a través de supermercados, empresas, comedores, etc. La idea se expandió por EEUU, Canadá y Francia», señaló.

En los años 1989-90 los Bancos de Alimentos llegaron a España. El primero se instaló en Barcelona, con Riera Marsá como presidente. Pronto se expandieron por todo el país y ya hay 54 (uno por provincia, aunque alguna tiene dos) y conformaron la Federación Española de Bancos de Alimentos donde Alfaro es vicepresidente, y que está asociada  a la Federación Europea de Bancos de Alimentos.

Hay 150 voluntarios comprometidos que van al Banco de Alimentos, que cuenta con tres naves en Mercazaragoza, dos días por semana y luego hay voluntariado ocasional. «Cuando hacemos la gran recogida en noviembre necesitamos unas 3.000 personas». Los Bancos de Alimentos se caracterizaban por pedir solamente productos, pero con la pandemia y la dificultad para hacer las donaciones, empezaron a pedir también dinero. «En cierto modo, esta forma de trabajar nos ha facilitado algunas labores, sobre todo el clasificar los alimentos por fecha de caducidad. Había temporadas en las que teníamos que gastar rápido y otras en las que no había. Ahora podemos comprar poco a poco y mantener el stock durante el año», explicó Alfaro. Además, «al comprar nosotros, lo hacemos en grandes cantidades y a buen precio. Y el tener dinero también nos ha permitido comprar otro tipo de alimentos frescos y salirnos de la pasta, el arroz y la legumbre», añadió.

Gracias a convenios con empresas de transporte intercambian productos con otros Bancos de Alimentos, cruzan el estrecho para llevar productos a Ceuta y Melilla o consiguen vehículos durante mes y medio para distribuir los alimentos de la Gran Recogida. El ratio anual de alimentos recogidos en Zaragoza está en 177 kilos por persona, mientras que a nivel nacional está en 110. Así, reparten una media de 16 toneladas de alimentos diarias y colaboran estrechamente con otras entidades como El Refugio, el Comedor de San Antonio, el Convento del Carmen, etc., incluso donan alimentos a veces a diócesis de Cáritas o a Cruz Roja.

Recientemente, el Banco de Alimentos ha lanzado una campaña con el Comisionado para la Infancia del Gobierno de Aragón, Cámara Zaragoza, Cepyme Aragón y CEOE Aragón con la que piden ayuda para recaudar dinero y poder comprar, sobre todo, alimentación infantil (leche, potitos…) y pañales, productos muy demandados.