El director gerente de la Terminal Marítima de Zaragoza, Ramón Adé; la directora comercial, Silvia Martínez; y la responsable de Comunicación y marketing, Marga Moreno se acercaron hasta la sala José Luis Carreras
La Terminal Marítima de Zaragoza es una extensión de los puertos en el interior desde donde se realizan la mayoría de exportaciones e importaciones de Aragón, que actúa tanto operativa como administrativamente. Su director gerente, Ramón Adé, la directora comercial, Silvia Martínez, y la responsable de Comunicación y marketing, Marga Moreno, visitaron la Sala José Luis Carreras y nos contaron sus objetivos y sus expectativas con respecto al club.
Especializada en contenedores marítimos y líder en número de trenes operados y contenedores manipulados, TMZ forma parte de una de las más importantes plataformas logísticas agroalimentarias de España, en la que operan más de 120 empresas. Una infraestructura que funciona las 24 horas al día los 365 días del año. Por su ubicación geoestratégica y cualidades logísticas, reúne todas las condiciones para ser un enclave estratégico para el intercambio de mercancías en el interior de España, convirtiéndose a su vez en el principal nodo logístico intermodal del Sur de Europa. La Terminal Marítima de Zaragoza es la vía fundamental para el suministro de productos agroalimentarios, industriales y textiles y facilita el flujo de mercancías a mercados asiáticos, norte africanos y europeos. Además, las instalaciones están optimizadas para productos que precisan control de temperatura.
«Para las empresas es un aliciente porque es un puerto interior cerca de sus instalaciones. Incluso resulta más eficiente que los puertos marítimos, donde se forman grandes cuellos de botella en los accesos, por lo que aquí se logran operaciones más rápidas y eficientes y mayor competitividad». La clave del éxito de esta terminal reside en que es una estructura público-privada, en la que están Mercazaragoza, Gobierno de Aragón y Puerto Barcelona con dos grupos privados internacionales.
Entre sus retos, destacan «adaptarse a la creación de demanda», el incremento de su capacidad y la mejora de la conexión a la red general para ser más eficientes en las operaciones de entradas y salidas.