La iniciativa desarrolla una solución de cero emisiones que se aplicará, en primer lugar, en bases militares, aunque la idea es que se extienda al ámbito civil.
Se han realizado varias estancias de investigación en el Líbano, Antártida y Zaragoza para comprobar su comportamiento en diferentes climas, medios o extremos, y se ha demostrado que es capaz de disminuir el consumo de energía hasta un 90%.
El proyecto de módulos habitables con cero emisiones presentado esta semana se probará en Zaragoza, como ejemplo de clima árido y seco, durante seis meses. De allí se trasladará a la base de Riga, en Letonia, con una climatología caracterizada por el frío y, finalmente, se trasladará a la base Gabriel de Castilla en la Antártida, de clima extremo, donde se quedará definitivamente.
El objetivo de este proyecto sostenible, además de contribuir a la descarbonización y a la descontaminación, aboga por que las bases sean independientes, por el problema de la logística.
Las bases militares van a estar compuestas por dos módulos. Uno habitable (Passivmod), formado por tres contenedores de 20 pies que será “polivalente” que podrá usarse como dormitorio, oficinas o centro de comunicaciones. Asimismo, estará validado bajo el estándar de certificación energética Passive House, el más exigente a nivel mundial.